jueves, 1 de julio de 2010

La política del elefante blanco

En Birmania, la política es mucho más que imagen. Yo diría que también es prestidigitación, superstición y mucho cuento perverso. Por eso han estado bajo una dictadura militar los últimos 48 años.
Un elefante blanco, un ejemplar poco común y muy valorado por su significación histórica, fue capturado la semana pasada en las selvas occidentales de Myanmar -antes conocida como Birmania-. El paquidermo, una hembra de 38 años y unos dos metros de alto, fue apresada por guardas forestales en la ciudad costera de Maungtaw, situada en el estado Rakhine (Arakan).
En Tailandia y Birmania, países de mayoría budista, los elefantes blancos estaban envueltos en un aura de misterio y poder y la aparición de un ejemplar podía condicionar el devenir político de un monarca. Los responsables de la Junta Militar birmana veneran a los paquidermos albinos tanto como sus predecesores reales y, para prolongar su buena fortuna, están siempre a la búsqueda de ejemplares.
En estas cacerías, el Gobierno no duda en movilizar al Ejército y hasta "convencer" a los campesinos a colaborar de forma gratuita y altruista en las tareas de rastreo. En 2001, la captura de un elefante blanco fue calificado por la prensa como "una señal de la prosperidad y la paz de este moderno estado" y el espécimen fue presentado con todo boato ante el general Khin Nyunt, entonces primer ministro.
Sin embargo, cuatro años más tarde el Khin Nyunt fue destituido por el jefe de la Junta Militar, Than Shwe, y el elefante cayó en el olvido. El elefante atrapado el pasado fin de semana puede ser esgrimido por los generales birmanos como un buen augurio de cara a las elecciones anunciadas para finales de este año, las primeras desde 1990. Sin embargo, la mayoría de los grupos opositores, con la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi a la cabeza, los grupos étnicos y los gobiernos occidentales las han calificado de farsa. 
Según al Real Academia de la Lengua Española, regalar un elefante blanco significa encajar a alguien "algo costoso de mantener y que no produce utilidad alguna".
El significado proviene de la costumbre de los reyes del antiguo reino de Siam, la actual Tailandia, de compensar a los cortesanos más leales con un paquidermo albino, signo de prosperidad y buena suerte. Los agraciados con el real regalo pasaban dificultades y hasta llegaban a arruinarse por el coste que suponía alimentar al insaciable animal. Los aires modernos también llegaron a estos lares tropicales y la cosa cambió. El rey Rama IV dejó de regalar elefantes y, en su lugar, creó  en 1871 la "Orden del Elefante Blanco",  la más alta condecoración concedida por la Casa Real tailandesa.
Los aqueos se la metieron a los troyanos con un caballo de madera. En los trópicos, para meterla en política, hace falta un elefante. Encima blanco.

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