lunes, 18 de enero de 2010

Los genitales del bonobo y el derecho a la propia imagen

Un homo sapiens masculino, con mayor o menor intoxicación etílica, exhibe sus genitales a la concurrencia por varios motivos. Bien movido por un intenso anhelo sexual, celo territorial o como un insulto provocador. El otro día me encontraba grabando con una cámara de vídeo en una convención de tatuajes en Bangkok. De improviso, un conocido artista tatuado se sacó la verga y la sacudió con ahínco hacia mi objetivo. Su mensaje quedó claro: ¡Aquí no grabes! Y yo me acordé de los bonobos.
Siempre he tenido en gran estima mi naturaleza animal. Creo que es mejor conocer nuestros instintos, incluido el territorial. Por eso me interesa nuestro parentesco con los simios y nuestro origen común. Recientemente, un grupo de científicos determinó que el antepasado fósil más antiguo de los primates descubierto hasta ahora se encuentra en el sur de Tailandia. En el grupo de los primates se incluyen
los orangutanes, chimpancés, gibones y, también, los humanos. Se trata del "siamopithecus eocaenus", que pobló la tierra hace 35 millones de años. Asia o África, lo determinante es que el hombre es, en origen, un mono.
Tras la exhibición genital del presunto artista, un suizo que se hace llamar Mick Zurich, me quedé un momento anonadado. La verdad es que me pilló por sorpresa. Una chica del grupo, con un tatuaje florido que le cubría medio brazo y una expresión de mística de Wikipedia, se acercó y me dijo:

- Somos pacifistas, pero no nos gusta que nos graben sin permiso.    

- ¡Qué bien! Pensé que erais nudistas.
- Lo único que queremos es que nos pidas permiso para grabar. Si lo haces, accedemos encantados. Pero no así.
- Perdona, pero no lo creí necesario. Tu amigo es uno de los participantes en una convención pública a la que ha sido invitada la prensa. ¿O es que no lo sabías?
- Nadie nos informó de que la prensa estaba invitada.

Agradecí a la mística tatuada que tratara de calmar los ánimos, aunque no consiguió aplacar lo más mínimo mi recién nacida animadversión hacia Dick, digo Mick Zurich. Me molestó tener la sensación de ser un canalla, un explotador de inocentes tatuados, por el hecho de grabar en un lugar público. Un periodista capaz de cualquier canallada por una exclusiva Pero no lo era, allí había un sinfín de periodistas. Repito, era un evento público al que habían invitado a los medios de comunicación. 

Debo reconocer que el episodio también me sorprendió porque en gran parte de Asia no son tan celosos con el derecho a la imagen. Lo más corriente es que se muestren encantados de que los grabes y levanten a sus hijos en volandas para ganar sus 15 minutos de gloria mediática.
Para que veáis que no me tomo el asunto a la ligera, he añadido un extracto de un libro sobre cohabitación y desencuentros del derecho a la información y el derecho al honor y la propia imagen: 

"El derecho a la información se afianza cada vez más y es un punto decisivo en los principios ideológicos democráticos. Sin embargo, este derecho no es absoluto. Por tanto, el periodista podrá recibir noticias de carácter privado -o incluso semipúblico- con un contenido de interés social, pero no podrá ofrecer al público noticias que empañen la esfera de reserva privada (intimidad y propia imagen). El conficto -añade Romero Coloma- entre derecho a la intimidad o propia imagen, o mejor dicho derecho a la reserva con la información o viceversa, es seguramente uno de los más fundamentales de los actualmente planteados en una sociedad moderna. Uno de los problemas más característicos es el conflicto a menudo planteado entre la prensa y la vida privada reservada de personas célebres".  (El derecho a la propia imagen y su incidencia en los medios de difusión (2005), de Vicente Herce de la Prada)
 

Cuando más arriba mencioné a los simios, olvidé incluir a los bonobos. Estos primorosos primates, también conocidos como chimpancés enanos, utilizan la actividad sexual para expresar agrado o reconciliación. Su profusión sexual no se limita a la cópula entre macho y hembra, sino también de tipo homosexual. Es considerado el primate más cercano al hombre.
Tras releer mi artículo sobre el bonobo de los tatuajes, me asalta la duda. ¿Estaré violando su derecho a la imagen al mostrar el vídeo? Hmmmm. Necesito un abogado.


1 comentario:

LPL dijo...

Tendría gracia haber aplicado la Ley del Talión en este caso.