miércoles, 2 de diciembre de 2009

Meditación al teléfono

El teléfono es más que un medio de comunicación. Entre todos los servicios que uno puede imaginar -ordenar una pizza o comprar un billete de avión- también se involucra en otros asuntos más carnales como el sexo. El teléfono erótico lo llaman. Resulta gracioso que en inglés línea caliente (hot line) significa algo muy distinto que en español: teléfono de atención o ayuda. Otra modalidad es la meditación al teléfono. Y fue inventada hace diez años, nada menos.

El teléfono móvil se ha convertido en la plaga que yo me temía. Corría el año 2000. El banco me había regalado un móvil por abrir una cuenta bancaria. Se trataba de un viejo Motorola, casi tan grande como el zapateléfono de Mortadelo. Un verdadero ladrillo. Nunca taché este invento de demoníaco ni emprendí una resistencia numantina como hizo mi hermano. Pero tenía mis reservas, como si escondiera una intención maligna tras una faz inocua. Lo dejaba siempre en casa. Sólo lo sacaba cuando yo tenía que viajar. Incluso ahora a veces me apetece apagarlo por un ineluctable antojo de anonimato.

Quizá ha llegado la hora de la reconciliación. Recientemente he descubierto que el móvil también puede ser fuente de ternura, compasión, alegría y libertad. Así lo asegura el budista Thich Nhat Hanh.

"El pasado ya no es, el futuro no está aquí todavía; el único momento en el que la vida está al alcance de tu mano es el presente. Meditar es hacer presente tu mente y tu cuerpo, de forma que no pierdes tu cita con la vida".

¿Qué tiene que ver esto con el teléfono móvil? Pues Thich Nhat Hanh, oriundo de Vietnam, ha encontrado la clave perfecta para afrontar la ansiedad de una llamada. ¿Será una buena noticia?, ¿mala? ..."Uf, no me apetece responder"... Y pulsamos el botón verde. El budista vietnamita tiene la solución: meditación al teléfono.

"El sonido del teléfono es como la campana para la consciencia. Me calmo, sonrío a la campaña. Paramos, dejamos de pensar, la conversación, el trabajo. Empezamos a respirar. Al tercer ring puedes descolgar. Hay que hablar con dignidad, escuchar con atención y hablar con amor. Nos concentrarnos en lo que hacemos: hablar por teléfono".

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