martes, 7 de abril de 2009

Escritor relata experiencias en prisión tailandesa

El escritor australiano Harry Nicolaides ha relatado en una revista de su país las experiencias que vivió durante los seis meses que pasó en una prisión de Tailandia acusado de haber insultado a la Corona.
"Durante semanas estuve postrado en mi cama, sufriendo delirios por la fiebre. Cuando pude levantarme, deambulaba con un zombi, empujado por una masa de internos impregnados de sudor y medio desnudos; la mayoría tailandeses, birmanos o camboyanos", describe Nicolaides, de 41 años.
Un extracto del artículo, en el que explica la agonía que sufrió desde su detención en el aeropuerto internacional de Bangkok hasta el calvario durante los meses de instrucción, está disponible en la versión digital de la revista "The Monthly" en Internet.
El título, "El rey y yo: La vida en una prisión de Bangkok", hace referencia al musical basado en las memorias de Anne Leonowens, la institutriz inglesa que educó a los hijos del monarca tailandés Mongkut a mediados del siglo XIX.
Las autoridades tailandesas prohibieron en 1999 la versión cinematográfica "Anna y el Rey", protagonizada por la actriz británica Jodie Foster y el chino Chow Yun-Fat.
El escritor, quien retornó a Australia en febrero tras ser indultado por el monarca tailandés, Bhumibol Adulyadej, describe en más de 5.000 palabras las difíciles condiciones de vida en la prisión así como los personajes que se encontró allí.
"En la oscura y húmeda celda me desnudé y coloqué las ropas en el suelo como cama y mis zapatos como almohada. Dormir resultó imposible: me encontraba sediento, hambriento, confuso y solo", escribe Nicolaides.
"Más de 500 prisioneros esperaban desordenados delante de grandes cubos de agua estancada que recogían con tazas robadas del hospital para lavarse", dice en otra parte del artículo.
Y continúa: "Aunque hambriento, resistí la tentación de probar las sopas de agua sucia, después de ver que hasta los gatos vomitaban al probarla. Después de comer un poco de arroz, bebía agua del grifo, aun sabiendo que me exponía a cualquier infección".
Sin embargo, Nicolaides no tuvo que comer durante mucho tiempo la comida de la prisión, ya que empezó a recibir comida de su novia y de las autoridades de la Embajada australiana en Bangkok.
Durante su internamiento, habló en varias ocasiones con el pedófilo más buscado por la Interpol, el canadiense Christopher Neil, relacionado con al menos 12 abusos sexuales en Camboya, Tailandia y Vietnam, así como con un abogado del ex primer ministro Thaksin Shinawatra detenido por sobornar a un tribunal.
Tras cinco meses detenido, Nicolaides fue hallado fue hallado culpable por un tribunal de Bangkok de haber injuriado a la monarquía por describir en una novela una serie de presuntas infidelidades cometidas por el príncipe Vajiralongkorn, heredero de la corona tailandesa.
El juez redujo su sentencia de seis a tres años después de que el acusado se declarara culpable del delito de lesa majestad, lo que hizo para facilitar el proceso de indulto.
La legislación tailandesa castiga con entre 3 y 15 años de prisión a "cualquier persona que difame, insulte o amenace al rey, la reina, el heredero al trono o al regente".
El escritor, que trabajó como profesor en la ciudad tailandesa de Chiang Rai entre 2003 y 2005, calificó en su día su novela como un análisis sobre la vida política y social de Tailandia, pero tuvo tan poco éxito que apenas se vendieron 30 ejemplares.
El rey tailandés, de 81 años, es reverenciado como un ser casi divino por los tailandeses, que lo consideran el auténtico líder de la nación a pesar de que en teoría no ejerce función ejecutiva alguna.

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