viernes, 6 de marzo de 2009

El templo de la moda

Desde el famoso desfile de sotanas y birretes en la película "Roma" de Federico Fellini, la moda y la religión nunca han estado más unidas. El otro día visité un templo budista en Bangkok acoge una escuela de diseño y moda, cuyas aulas colindan con las aulas de meditación.
Algunos fieles no ven con buenos ojos que los estudiantes -en ocasiones jóvenes con cortas faldas y alegres escotes- se crucen en los pasillos con recatados monjes, que por su religión tienen prohibido cualquier contacto físico con las personas del sexo contrario.
Pero los religiosos parecen realizar sus tareas rutinarias con total normalidad. Mientras unos rezan ante doradas figuras de Buda y realizan meditación entre cirios e incienso, otros diseñan y cortan telas ente maniquíes y máquinas de coser.





La escuela se llama Instituto Internacional de Diseño Chanapatana (CIDI, en sus siglas en inglés) y se encuentra dentor del templo Dhammamongkol
"La escuela de moda es una actividad muy positiva para el templo y la comunidad. A los monjes no nos molesta en absoluto", me dijo uno de los religiosos que allí vive. Sin duda, el Budismo es una de las religiones más tolerantes.
La idea de crear la escuela surgió cuando el abad del templo, Viriyang Sirintharo, visitó Italia a principios de los noventa en busca de escultores italianos para que moldeasen una imagen de buda a partir de una roca de jade.
La figura, con un peso de 14 toneladas, está inscrita en el Libro Guiness de los Récords.
El venerable monje entendía que a Tailandia le convenía formar a buenos diseñadores y artistas para crear sus propios productos, en lugar de copiar lo que viene en Europa y América.
Lo único que no se han decidido a cambiar son las túnicas de los monjes. Seguirán siendo naranjas y enrollada por el hombro, como toda la vida.

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